Son muchas las mujeres que sufren disfunciones de suelo pélvico. No importa la edad, si has tenido o no hijos, si fue un parto vaginal o cesárea… Sin embargo, pocas mujeres acuden a consulta para valorar y tratar su suelo pélvico y, si lo hacen, normalmente es cuándo su disfunción empeora y empieza a interferir en su día a día repercutiendo negativamente en las relaciones sociales.

Es incómodo tener que estar siempre pendiente de dónde está la puerta del baño, tener pérdidas de orina, gases o incluso heces cuándo estás jugando con tus hijos, al hacer ese deporte que tanto te gusta, haciendo algún esfuerzo, al estornudar o toser, cuando estás con tus amigas riéndote a carcajadas… igual has dejado de disfrutar de las relaciones sexuales con tu pareja tras un parto (o incluso sufres dolor), sientes una pesadez y sensación de ocupación vaginal al final del día o tienes estreñimiento crónico… y fíjate, en ningún momento empleo la palabra normal, porque que te pase alguna de estas cosas no es normal y en la mayoría de los casos tiene solución si buscas ayuda. No te conformes con la respuesta de tu médico, madre, amigas… de que “es normal” o “a mí eso también me pasa”.

Si decides acudir a un fisioterapeuta experto en suelo pélvico lo primero que te hará será una valoración. Se recogen todos los datos que el profesional considere oportuno, algunos igual te parecen un poco íntimos, pero son necesarios. Se valorará primero la postura, la estática lumbo-abdomino-pélvica y las alteraciones en el funcionamiento de los músculos y estructuras que componen el suelo pélvico, tratando al paciente en su globalidad. Es importante que sepas que la valoración perineal primero será externa y después intracavitaria siempre que él/la paciente esté de acuerdo y con todo el respeto y cuidado que se merece la zona y que se merece el paciente.

Tras esta primera valoración podemos establecer lo que te sucede y explicarte lo que hemos encontrado y en qué consistirá el tratamiento a realizar. Es importante que en todo momento entiendas cuál es el proceso y te impliques en tu recuperación siguiendo las pautas que establezca tu fisioterapeuta.

A veces será necesario la derivación a otro profesional médico, ginecólogo o urólogo, o también a un sexólogo. En algunos casos lo recomendable es poder realizar un tratamiento y seguimiento en conjunto.

No lo dudes, si te identificas con algo de lo mencionado anteriormente o tienes otro tipo de síntomas que atañen a tu zona genital busca soluciones, no te conformes porque tu calidad de vida siempre puede mejorar, y eso no hay dinero que lo pague.

Abrir WhatsApp
1
Hola, ¿te puedo ayudar en algo?